{image}http://lh4.googleusercontent.com/-ymdOByuR1Es/UdcetcmjfTI/AAAAAAAABN0/H5fwwr9lJPE/s800/ade.jpg{/image}La ADE prepara un pliego de peticiones para presentárselo al Distrito este mismo año. Recoge las líneas de los pliegos nacionales, pero radicado en la seccional. Dentro de sus ejes están la política educativa en Bogotá y los derechos del magisterio, en su situación laboral y prestacional.

Luz Marina Turga, directiva de la Asociación Distrital de Educadores, explicó por partes estos postulados, primero está la política educativa. La ADE tuvo en cuenta el plan sectorial de educación sumado lo que se ha planteado en la materia en Bogotá, así sirven como base para establecer que existen coincidencias en los postulados sobre primera infancia y los tres niveles de preescolar, más el derecho a la educación gratuita y universal en primaria, básica y media.

En ese sentido, la exigencia es que la administración distrital garantice las condiciones para que se desarrolle con calidad el nivel de preescolar, se fortalezca la básica, pero sobre todo que se le dé apoyo a la media y la media técnica; de manera que los muchachos salgan de los colegios con mayores garantías para alcanzar el nivel universitario.

Este tema también incluye los parámetros. La ADE postula la necesidad urgente de consolidar la cobertura para eliminar la problemática de cada inicio de año con respecto a los llamados “maestros sobrantes”. Al tiempo, bajar los índices en función que un menor número de niños sean atendidos por maestro, acabando con el hacinamiento en las aulas.

“En lo concerniente a lo laboral, nosotros pedimos condiciones para que el maestro pueda trabajar respetándosele las 6 horas, incluido el descanso. Nosotros no aceptamos la jornada global, tampoco nombramiento de docentes provisionales donde aún no se han nombrado docentes de planta. Reclamamos respeto a las cargas académicas. No estamos acuerdo que haya un número tan mínimo de orientadores. En resumen, que se revise y se respete la planta de maestros”, aclara Turga.

Otro aspecto trascendental son los ambientes escolares. Por un lado, mejorar las condiciones, produciendo el fin de la avalancha de educadores enfermos que se disparó el año pasado. Por otra parte, se requiere un estudio sobre salud ocupacional para aplicar programas de salud y prevención. Esto se complementa con el reconocimiento de las diferentes primas, como los incentivos a aquellos educadores que atienden niños con necesidades educativas especiales o la prima de ruralidad.

En salud, además de los programas mencionados anteriormente, que se constituyan los Copasos y Comisos. Con el propósito de detener la crisis del sistema, la ADE propone reuniones de la Secretaría de Educación con Medicol para revisar cómo se les está prestando el servicio de salud a los maestros.

Finalmente, en cuanto al gobierno escolar, se propone que desde él se tomen todas las decisiones referentes a las política institucional y no sea por disposiciones unilaterales de los rectores. Así se refuerza la democracia, desde el Proyecto Educativo Institucional. Además, para cualquier cambio en los planes de estudio, énfasis o nuevos niveles en un colegio, debe contarse con la participación de los maestros a través del gobierno escolar. Y lo más importante, autonomía del docente en su área de enseñanza.