Lavrov reclama estrategia frente a grupos terroristas en Siria
Lavrov se reunió este lunes en la capital francesa con el secretario norteamericano de Estado, John Kerry, y el representante especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lakhdar Brahimi, con vistas a preparar el encuentro para la búsqueda de una solución a la crisis en el país levantino.
En Siria hay muchos terroristas y cada vez son más, dijo el jefe de la diplomacia rusa, quien mencionó entre ellos al Frente Islámico y al grupo al-Nusra, rama de la red al-Qaeda.
Añadió que el programa del Frente Islámico contiene llamamientos abiertos a integrantes extranjeros de la Yihad para que entren en Siria.
En el encuentro de hoy, Rusia y Estados Unidos coincidieron en que la solución al conflicto en el país árabe es por la vía de la negociación, lo cual pasa por la celebración de la conferencia de Ginebra II, pero aún hay serias diferencias entre Washington y Moscú.
Según Kerry hay que separar a la oposición "moderada" de los terroristas, sin embargo, Lavrov alertó sobre las dificultades de hacer esa diferencia porque muchas veces los integrantes de esos grupos cambian de bando en función de la compensación económica que reciban.
Otro punto de discrepancia fue sobre la participación de Irán en las conversaciones.
Rusia considera que Teherán debe tener un lugar importante en la mesa de negociaciones, mientras Kerry estima que solo es bienvenido si acepta la formación de un gobierno provisional en Siria.
Irán ya advirtió que no admitirá presiones para participar en Ginebra II.
A solo nueve días de las conversaciones, aún se desconoce si la llamada Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria (Cnfros) asistirá a la conferencia.
Coincidiendo con la posición de occidente y algunos países del Golfo, el jefe de la Cnfros, Ahmed Yarba, dijo aquí la víspera que el gobierno del presidente Bashar al Assad no tiene ningún papel en el futuro del país.
En respuesta a esas declaraciones, una fuente del Ministerio sirio de Relaciones Exteriores, citada por la agencia Sana, advirtió que cualquier condicionamiento podría abocar a Ginebra hacia el fracaso.
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