{image}http://www.eldia.co/images/stories/260310/banrepublica.jpg{/image}El actual momento por el que atraviesan las principales variables económicas, tienen preocupado no solo al gobierno nacional y los empresarios, sino que ahora se suma a dicha preocupación la Junta Directiva del Banco de la República.

Y es que la actual situación de la tasa de cambio de nuestro país respecto del dólar y la inflación, hacen que la política monetaria  entre en un dilema muy fuerte, dado que un mal manejo de las tasas de interés en estos momentos por parte del Emisor dejaría muy mal parada la recuperación económica de Colombia para este año.

La situación es compleja porque los estudios recientes del Banco de la República, han mostrado que la actividad económica del sector real ha sido muy pobre, en especial en los sectores del comercio y de la industria, aunque el consumo interno haya aumentado.

En caso de seguir aumentando la inflación y apenas empiece a salirse del rango fijado  para el largo plazo, es decir del 2% - 4%, la única medida que le tocaría asumir al banco es la elevación de las tasas de interés, medida que serviría para volver mas caro el valor del dinero.

Esta medida, restringiría el acceso al crédito, situación que pondría en dificultades a la actividad económica, en la medida que actualmente se necesita del crédito, y crédito barato,  para sacar la economía colombiana adelante.

De otro lado, el elevar las tasas de interés no ayudaría para nada en la actual revaluación que esta sufriendo el peso colombiano, más bien pondría en serios aprietos a los sectores exportadores que verían como sus productos van perdiendo competitividad en el mercado internacional  y  en consecuencia sus ganancias serán disminuidas.

Con una revaluación desmedida,  además de la disminución en las ganancias de los empresarios, también se abaratarían los costos de importación, en especial, los de bienes de capital, hecho que  muy probablemente llevaría a los empresarios colombianos a cambiar factores de trabajo por factores de capital, es decir, el desempleo podría aumentar.

Y si el desempleo aumenta significaría que los colombianos no tendrán capacidad de compra para demandar los bienes del sector real, que como ya se señaló, tienen una dinámica en el primer mes del año muy pobre que podría extenderse a los siguientes meses.

En conclusión, en caso de seguir aumentando la tasa de inflación en el país, el letargo económico en el que estamos sumidos, durará mas tiempo del que se planteó al inicio de la crisis por parte del Ministro de Hacienda Oscar Iván Zuluaga, quién señaló a la opinión nacional que a mediados del año 2010 empezaría la senda del crecimiento.

Esperemos a ver que pasa, porque siempre los mas afectados por el deterioro de la economía, son los pobres del país, que según el DANE, son el 60% de la población colombiana.