{image}http://www.eldia.co/images/stories/290710/005.jpg{/image}Desde el 2002, Álvaro Uribe ha querido mostrar como su mandato ha combatido la pobreza en Colombia, para ello ha manipulado todos los indicadores económicos existentes, como el desempleo, la inflación, concentración de la riqueza, crecimiento económico, entre otros.

Las recientes declaraciones de Esteban Piedrahita, Director de Planeación Nacional, donde afirma que en este año el ingreso per-cápita del país oscilará entre los 5000 y 6000 mil dólares aproximadamente, solo dan risa, porque en este país, mas de la mitad de la población económicamente activa, recibe como ingreso el salario mínimo legal o una cantidad menor.

Es decir, más del 20 millones de colombianos, solamente perciben ingresos anuales de 6 millones de pesos o menos,  y no  12 millones de pesos como nos quiere hacer creer el director de Planeación Nacional.

Las autoridades económicas del país deben dejar hacer análisis bajo  ponderaciones que no corresponden a la realidad, mucho menos partiendo de la homogenización de las oportunidades en trabajo, educación, riqueza, sofismas de la economía de mercado.

En un país como el nuestro, donde el 80% de la riqueza esta concentrada en el 20% de la población, combatir la pobreza, pasa por un problema de fortalecer la actividad productiva del país a nivel agropecuario, industrial y de servicios, no solamente, en buscar formulas para cambiar los indicadores de forma teórica.

Una forma de combatir la pobreza es generar políticas de empleo con remuneraciones salariales justas, de lo contario, la economía seguirá en un circulo vicioso, donde los empresarios no podrán consolidar sus productos y empresas en los mercados internacionales.

El fortalecimiento del mercado interno, consolidando una industria nacional fuerte y desarrollando obras de infraestructura a nivel nacional, pueden servir a garantizar la demanda interna del país, y por ende, un crecimiento auto-sostenible, el cual no dependerá de la coyuntura internacional, tal como hemos vivido en estos 200 años de República.

Esperamos que el gobierno de Santos y su Ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverri, realicen políticas reales y de gran alcance para combatir el flagelo de la pobreza, y no hagan interpretaciones teóricas equivocadas de la situación económica del país, como sucedió en estos últimos 8 años.