{image}http://eldia.co/images/stories/220512/01.jpg{/image}El atentado contra el exministro Londoño conmueve a una sociedad indolente ante los viles asesinatos de dirigentes sindicales y sociales.

“Adicional a ello, la violencia contra los movimientos sindicales sigue generando cifras preocupantes para las centrales obreras del país. Durante el año pasado, 524 activistas recibieron amenazas ; 30 fueron asesinados; 50, víctimas de desplazamiento forzado; tres, reportados como desaparecidos; el mismo número, secuestrados; 57, hostigados, y 16, detenidos de manera arbitraria. En total, 697 sindicalistas fueron objeto de violencia al ejercer su actividad. Tan sólo este año se han registrado 73 amenazas a líderes sindicales del país, cinco asesinatos, dos atentados, un desaparecido y nueve víctimas del desplazamiento forzado.”

¿Remezón Sindical?/Héctor Sandoval Duarte | Elespectador.com / 30 de abril de 2012

Aún cuando el acto violento amerita la conmoción nacional uno se pregunta por qué no sucede lo mismo con los eventos contra los dirigentes sindicales y sociales que luchan por los derechos de los trabajadores y el pueblo. En ello hay  una aceptación tácita de los comunicadores, los empresarios, los políticos, el gobierno, los adinerados y la sociedad en general en que estas muertes son necesarias para el país elitista, de privilegios y la seguridad que ellos necesitan. Así, una actividad consagrada en la constitución colombiana se convirtió en un acto suicida para quienes la realizan.

Ante el atentado el presidente Santos ofreció una millonaria recompensa, todos los organismos de seguridad se activaron y la fiscalía actuó con prontitud en pro de establecer quiénes fueron los culpables. Sin embargo, los asesinatos de los aproximados 2800 dirigentes sindicales y un gran número de dirigentes sociales llevan prácticamente años sin resultados en las investigaciones para identificar los autores intelectuales. Quizás, porque quienes ordenan estos asesinatos son miembros de la poderosa minoría que dominan económica, política y gubernamentalmente al país que propiciaron la formación de los grupos paramilitares en una infame cruzada en contra de los comunistas y la guerrilla e incluyeron en ella a todo ciudadano consecuentes socialmente.

Los colombianos debemos construir paz en justicia, en equidad y en equilibrio social pero mientras los autores intelectuales de tantos crimines continúen libre generando el caos social y saboteando la democracia, e incrustados en ella, es difícil iniciar el camino.

¿Son ellos los autores del atentado al exministro?

César A. Cárdenas Ávila
Secretario General Fenasibancol