Se avecina un paro de la USO contra la filial Cenit, porque esta ha venido incurriendo en un tipo de prácticas de desconocimiento de la organización sindical y desoye los reclamos ante los incumplimientos de las empresas contratistas.

La empresa que maneja los oleoductos, poliductos y estaciones de bombeo no ha prestado la atención debida a los retrasos de pagos de salarios de hasta dos y tres meses en liquidación de contratos.

“Es común encontrar en áreas industriales  de Ecopetrol a trabajadores laborando sin contrato de trabajo, bajo responsabilidad de Cenit. Esto tocó fondo. Termina de completar la anomalía, el hecho de que el presidente de Cenit, Alberto Consuegra, ha negado de manera rotunda un incremento salarial para el año 2017”, precisó William Silgado, presidente de la USO SUO.

El dirigente también explicó que la empresa se rehúsa a reconocer el incremento salarial correspondiente para el próximo año en las actividades no propias de la industria del petróleo. Por ende, “no queda más camino que la movilización”.

De otra parte, Silgado recordó que “dos años de impunidad que se cumplieron el pasado 28 de mayo con motivo de la agresión física en la puerta norte de la Refinería de Barrancabermeja de la que fue objeto la compañera dirigente Dibeth Quintana Duarte. Dos años en que Ecopetrol no ha querido presentar el video, donde ha negado el hecho de haber violentado de manera física a la compañera”.

La empresa se opone a entregar los videos, incluso con requerimiento de la Fiscalía. Las agresiones le representaron a la trabajadora 13 días de incapacidad. La USO nacional emitió un  comunicado donde se recuerda el hecho a la opinión pública y exige a Ecopetrol garantías y reparación.

Quintana Duarte se disponía a ingresar a la Refinería para atender un llamado de los trabajadores de la Planta Galán, de oleoductos. Allí un supervisor de la empresa de vigilancia UT Vigipetrol le negó la entrada, a pesar de que un día antes había ingresado sin problema alguno. Su carné fue bloqueado y cuando la lideresa trató de entrar, como es su derecho, fue agredida física y verbalmente por el supervisor de vigilancia y por integrantes de la Policía Nacional a cargo de la seguridad de la Refinería.