La subdirectiva USO Orito, en Putumayo, denunció que Ecopetrol está vulnerando derechos laborales y violando la convención colectiva. Recientemente despidió un trabajador sin justa causa.
“Esta organización sindical le manifiesta a Ecopetrol que el compañero tiene la esposa en embarazo de alto riesgo, pero responden que ellos no sabían y que siguen con el proceso de despido”, indicó José Zósimo Erazo, presidente de la USO Orito.
En primera instancia, la administración lo reintegró, pero luego impugnó el acuerdo argumentando que el trabajador no informó que su esposa estaba en gestación. “Les ratificamos que la Corte señala ya que el trabajador o trabajadora no necesita decirle a la empresa que hay un embarazo. Nosotros estamos esperando el segundo concepto”, agregó Erazo.
Otro caso es el de un trabajador detenido por una sospecha de hurto. “Esta organización sindical le ha dicho a la empresa que hasta que no se demuestre los seguirá defendiendo en el tema laboral, porque la presunción de inocencia es parte del derecho que tiene el trabajador”, explicó el dirigente sindical.
La administración de Ecopetrol llamó a descargos al trabajador. Tras un año de detención domiciliaria, quiso engañar al sindicato aduciendo que este tenía permiso del juez para asistir a las baterías de Ecopetrol, sólo para sacarlo de su residencia y hacerlo capturar para que así perdiera sus derechos.
“Es un acto de mala fe de Ecopetrol. Nosotros no permitimos la salida del trabajador y, por ahora, la empresa se quedó con las ganas de abrirle un proceso por descargos, cuando los tiempos ya se le vencieron por ley y por convención. Estamos reclamándole a Ecopetrol que cumpla la convención”, manifestó el presidente de la USO Orito.
Agrega también, “la Comisión Nacional de Derechos Humanos por parte de Ecopetrol se negó rotundamente a reconocer los derechos de este compañero y brindarle las medidas necesarias, por eso estamos entutelándola”.
Pero hay más irregularidades. Con el alza de los precios del petróleo, la empresa está contratando nuevo personal, pero están dejando a un lado a la mano de obra local de Orito, para traer profesionales de otras regiones de Colombia. En consecuencia, está planteando un conflicto social con las comunidades que piden ayuda de la USO para dar la lucha en este sentido.