Una comisión de la Asociación Distrital de Educadores realizó un recorrido el lunes 14 de agosto por los colegios de la zona rural de Ciudad Bolívar. Estuvieron con la comunidad, la misma que ese día desarrolló una protesta porque cerca de sus viviendas está el basurero Doña Juana.


La situación del lugar es crítica por una evidente falta de control en el manejo de los residuos. Los habitantes reportan que los camiones solo llegan y lanzan los desperdicios, en total ausencia de prevención para evitar la contaminación.

Este ambiente dañino ha generado una proliferación de moscas que están afectando a las familias cercanas; los olores nauseabundos perjudican la vida de los pobladores; y existe una cantidad de roedores que transmiten enfermedades. La comunidad educativa se ha enfermado por gran cantidad de afecciones respiratorias.

“Cuando fuimos a una casa acababa de fallecer un niño de dos años, porque la enfermedad cardio-respiratoria. Fue muy fuerte y su familia no pudo controlarla. Además, el servicio de salud fue bastante negligente y la ambulancia no llegó a tiempo, llegó cuando el niño había fallecido”, señaló Aura Nelly Daza Gallo, directiva de la ADE.

“Estamos denunciando una problemática bastante compleja y estamos invitando a que estén pendientes de esta comunidad, de los campesinos, de los colegios que están ahí como el José Celestino Mutis, el Mochuelo Alto, Mochuelo Bajo y Pasquilla. Los profesores también están en un riesgo inminente de adquirir enfermedades respiratorias, ya muchos de ellos han estado enfermedades”, agregó.

De hecho, sus incapacidades han superado el record en comparación con cualquier otro colegio de Bogotá, por la gravedad en el ambiente. De hecho, hay pendiente una revisión del médico laboralista ante las condiciones laborales.

Las comunidades están tan desesperadas que permanecieron en mitin todo el día, a pesar de la violenta represión en su contra desde la Alcaldía. Como es habitual en cualquier caso de reclamos sociales, el alcalde Peñalosa respondió con la violencia del Esmad. Ellos, en una protesta pacífica, reclaman soluciones prontas y reales.

“La población está demasiado vulnerada en sus derechos a la salud y la vida”, resume Daza Gallo. Las moscas están en las cafeterías, en las tiendas, en los comedores. Por ello, las comunidades exigen el retiro del basurero Doña Juana de ese lugar.