La administración de Bogotá falló terriblemente en la gestión para garantizar las clases en la reposición del pasado lunes festivo, 7 de agosto. Ese día no hubo ni comida, ni refrigerios, ni transporte.


La comunidad educativa ha criticado fuertemente la actitud hostil de la Secretaría de Educación de Bogotá tras el paro y la recuperación del tiempo. “Son lamentables las condiciones en que la Secretaría de Educación de Bogotá quiere imponer de una manera vengativa las condiciones que nosotros los docentes hemos pactado con el Gobierno nacional frente a nuestra responsabilidad profesional, sindical y social con la comunidad educativa de hacer la reposición de clases con los estudiantes”, indicó el profesor de la IED Juana Escobar Emigdio Celis.

Precisamente esta fue una de las instituciones perjudicadas con la falta de atención de la SED ese festivo. “Durante toda la semana la Secretaría le informó al colegio que iba a haber normalidad para los chicos que asistirían con normalidad, con comida caliente y desayuno. Muchos de los chicos se confiaron y se fueron sin desayuno”, declaró el docente.

“Resulta que nos aparecen con un refrigerio de apenas una gelatina de pata, una bebida achocolatada y una galleta; más cuando nosotros estamos cerca del páramo y los estudiantes necesitan comida caliente. Fue realmente triste ver a los mismos docentes haciendo vaca para poder darle algo de alimentación a los pelaos”, añadió.

Detrás está la política del detrimento del presupuesto al sistema educativo de parte de la Alcaldía Distrital. Esto se evidenció en el informe ‘Bogotá como vamos’, que presentó la administración Peñalosa sobre su primer año de gestión. Es irónico que colegios como el Juana Escobar manejen un monto de 220 millones de pesos, donde tienen que sacar hasta para reparaciones y papelería; mientras que los colegios concesionados, cuenten con más de 3.000 millones de pesos y todo se lo den regalado.

“Es lógico que la secretaría presente informes amañados y maquillados en todos los aspectos. Ellos están defendiendo sus políticas neoliberales que únicamente benefician a los privados, a los colegios concesionados. Quieren echarle el agua sucia a la educación pública, cuando es esta la que realmente la educación sea destacada. Ese informe ‘Bogotá cómo vamos’ está totalmente alejado de la realidad, ya lo dije nada más con la situación de los refrigerios”, dice el profesor Celis.

El docente termina con una anécdota personal que resume a la perfección la política educativa de la actual administración. En la pasada Feria del Libro estudiantes de un colegio público distrital se presentaban en el Stand de ‘Bogotá como vamos’ un proyecto reconocido a nivel internacional. “Pasé a la 1 de la tarde y estaban sin almuerzo, no les habían dado transporte. Prácticamente les toca vender lo que ellos hacen para sostener su proyecto. Y eran la cara para mostrar de la alcaldía Mayor de Bogotá”.