Panamá, 8 ago (PL) Los maestros rurales panameños que laboran en zonas de difícil acceso, serán recibidos hoy por Marcela Paredes, ministra de Educación, tras 40 días de huelga indefinida por las peligrosas condiciones de trabajo, anunciaron medios locales.

Decenas de escuelas permanecen sin clases, muchas de ellas en pésimo estado, mientras los educadores cerraron carreteras en protesta por la falta de atención gubernamental en zonas intrincadas donde resulta arriesgado llegar por el estado de los caminos.

Juan José De La Lastra, secretario general de la Asociación de Educadores Veragüenses, señaló que si el Gobierno no ofrece una respuesta satisfactoria antes del 11 de agosto, se unirán a un paro nacional como medida de fuerza.

Con pancartas en manos y gritando consignas, los docentes intentaron ayer en varias ocasiones cerrar la Carretera Interamericana, a la altura de la occidental provincia de Chiriquí, pero la Policía Nacional despejó la vía por la fuerza con el empleo de gases irritantes, según el diario La Estrella.

En declaraciones a periodistas, uno de los manifestantes recordó que las escuelas-ranchos no tienen las mínimas condiciones para la enseñanza, y la mayoría de los estudiantes deben recorrer hasta dos horas de caminos peligrosos y ríos crecidos, lo que les impide un rendimiento académico adecuado.

El paro surgió tras la muerte de dos docentes, quienes perdieron la vida cuando se dirigían a sus puestos de trabajo en la comarca originaria Ngabe Buglé, y el vehículo que los transportaban se volcó por un deslave que lo arrastró al precipicio.

En esa zona, donde se concentra la mayor pobreza extrema del país, el gobierno actual construye actualmente algunos caminos, pero el olvido de la zona en décadas acumuló múltiples problemas donde los servicios básicos, como salud y educación, son de los más relevantes.

Los gremios magisteriales, que apoyan la huelga, realizaron el año pasado un paro de las escuelas públicas de las principales ciudades, incluida la capital, y obligaron al ejecutivo a aceptar un aumento salarial prometido en la anterior administración, entre otras exigencias.

agp/orm