{image}http://eldia.co/images/stories/logos/enstrabajodecente.jpg{/image}Ya se están conociendo diversos planteamientos y está al orden del día la discusión en torno a la reforma pensional que el Gobierno presentará al Congreso en el segundo semestre de este año; tema éste tan crucial como controversial, dados los enormes intereses que están en juego y la magnitud del problema que esta reforma busca resolver.

En efecto, las cifras son tozudas y desalentadoras. Según el DANE (octubre del 2011), de los 19 millones de trabajadores y trabajadoras que hay en Colombia, sólo unos 6 millones cotizan al sistema, que representan el 29% de la población ocupada. El resto, 13 millones, no puede hacerlo, bien por estar en la informalidad (unos 11 millones) o por estar desempleados (más de 2 millones). Además, es un sistema profundamente inequitativo. El país destina $24 billones al año para pagos de pensiones del sistema de Prima Media, que cubre 1.2 millones de personas, pero el 58% de éstas reciben menos de dos salarios mínimos al mes, mientras que una minoría privilegiada (1.750 personas) ganan entre 16 y 25 salarios mínimos.

Un hecho relevante en torno al debate sobre el tema pensional, tuvo lugar recientemente con el lanzamiento del libro “Pensiones, el costo de las demandas”, que plasma el estudio que la Procuraduría General de la Nación encargó al CID de la Universidad Nacional, dirigido por Ricardo Bonilla, economista especializado en temas laborales, y actual secretario de Hacienda de Bogotá; estudio que revela datos interesantes y desconocidos sobre la crisis pensional, tales como que al Estado le sale más caro pagar las demandas jurídicas por desacato de normas y dilación de procesos, que cumplir con la normatividad jurídica en el régimen de Prima Media.

El lanzamiento del libro sirvió también de marco para que el gobierno precisara algunas ideas. Estuvo presente el Vicepresidente Angelino Garzón, quien volvió a insistir en que el incremento de la edad no puede ser el único punto de la reforma pensional, sino que ésta debe estar ligada a la ampliación de cobertura de cotizantes, bajo el principio de la universalidad, la equidad y la sostenibilidad financiera. Con lo cual marca diferencia con la propuesta de ANIF, que considera que el incremento en las edades deberá constituirse en la piedra angular de la reforma, y en una oportunidad para empezar a cerrar la brecha demográfica-pensional. Sostiene ANIF que mientras el tiempo de cotización promedio está entre 20 y 25 años, el de disfrute pensional se acerca a 25 años y pronto estará cerca de 30 años.

En cuanto al debate sobre la continuidad o no del sistema de Prima Media, Angelino Garzón opinó que éste debe mantenerse, pero no como transición sino para que perdure en el tiempo junto al de los fondos privados. Concepto que compartió el Ministro del Trabajo, Rafael Pardo, quien señaló que uno de los objetivos del Gobierno con la anunciada reforma es combatir la inequidad del sistema. Recordó que el  86,3% de los subsidios estatales va a manos del 20% más rico de la población.

De otro lado, el lunes pasado se conoció (periódico Portafolio) la posición del gremio de Fondos de Pensiones. Por boca de su presidente, Santiago Montenegro, Asofondos coincidió con el vicepresidente Garzón en que el régimen de Prima Media (conocido antes como el Seguro Social y ahora como Colpensiones) no debe desaparecer sino transformarse, para que coexista con el régimen de ahorro individual (fondos privados).

Y finalmente, esta agencia de información consultó a Héctor Vásquez, analista del tema pensional de la Escuela Nacional Sindical, quien es de la opinión que debe hacerse una reforma integral que resuelva dos problemas fundamentales: la exclusión y la desprotección abrumadora en que hoy están los adultos mayores de 60 años.

Otras revelaciones del estudio del CID


Según el estudio realizado por el CID, las 1.750 personas que están en la parte alta de la pirámide pensional reciben cada año, en promedio, $167,1 millones (14 millones mensuales). Este segmento "es exclusivo del sector público y está fuertemente concentrado en el Congreso (652) y Cajanal (307). Esto mientras 748.208 de sus similares, situados en el otro extremo de la pirámide, solo reciben 6,8 millones (unos $600.000 mensuales).  Estas cifras, es de aclarar, son del año 2006, porque, explicó Ricardo Bonilla, el Ministerio de Hacienda se negó a entregar información más reciente, a pesar de las peticiones que en tal sentido le hizo la Procuraduría.

En el 2006, 9 instituciones administradoras de pensiones manejaban el 89,3% del presupuesto del régimen de Prima Media, y al 93,3% de los pensionados. Estas instituciones son, en orden de importancia presupuestal, el ISS (hoy Colpensiones), Cajanal, Magisterio, Policía, Fuerzas Militares, Colpuertos, Ecopetrol, Congreso, Universidad Nacional. El Congreso, por su ejemplo, tiene el 0,2% de los pensionados, pero administra el 1% del presupuesto.

Qué más dijo el Vicepresidente Garzón


Angelino Garzón habló de la necesidad de hacer el Sistema sostenible en el tiempo, y para ello propuso la creación de un gran Fondo de Reserva Pensional.

“Hoy el Estado, en el caso de los afiliados y pensionados al Seguro Social, recibe mensualmente $360 mil millones de los cotizantes y gira $320 mil para el pago de pensiones, lo que significa que mensualmente le queda un superávit de $40 mil millones. Algo similar pasa en los regímenes especiales de los maestros y las Fuerzas Armadas. El problema es que se está manejando como ingresos y egresos y no como recursos destinados exclusivamente al tema pensional”, señaló Garzón.

Otro punto a tener en cuenta en el tema de la reforma, es encontrar un mecanismo para poderle garantizar la pensión a las personas a quienes les faltan pocas semanas de cotización y ya tienen más de 65 años.  “O el Estado les devuelve la plata a precio de hoy, o encuentra mecanismos para otorgarle la pensión, porque ésta es un ahorro en cualquiera de los dos Sistemas. De lo contrario están haciendo una retención indebida”, afirmó el Vicepresidente.

También propuso un subsidio para personas pobres mayores de 65 años que no adquirieron una pensión.

Asofondos

Aparte del criterio de que el régimen de Prima Media debe transformarse, Asofondos comparte con el Gobierno el planteamiento de que los principios de la reforma deben ser la universalidad, la equidad y la sostenibilidad financiera; y sobre el aumento en la edad de jubilación no plantea ninguna propuesta.

Abordó sí el espinosos tema de la existencia de regímenes especiales de pensiones, que en su opinión deberían eliminarse.

Asimismo, Asofondos considera importante que el sistema tenga información suficiente para hacer seguimientos y auditorías, pues hay poca transparencia en el manejo que se le ha dado a la información.

Posición de la ENS:

Héctor Vásquez, analista de la ENS, desestimó una reforma centrada sólo en el incremento de la edad y el número de semanas de cotización. En su opinión, debe hacerse una reforma integral, que responda al problema de la sostenibilidad financiera, pero que además resuelva dos problemas fundamentales: la exclusión y la desprotección abrumadora en que hoy están los adultos mayores de 60 años, problemas ambos gravísimos.

La exclusión se da porque la gran mayoría de los y las trabajadoras no están cotizando al sistema. Hoy de cada 100, sólo cotizan 29, y eso hace que el sistema sea financieramente inviable. “Este problema se resuelve laboralizando la población y fortaleciendo la tarea de inspección del Ministerio de Trabajo, no sólo aumentando las edad de pensión”, señaló Vásquez.

Sobre la desprotección de los viejos, las estadísticas dicen que de cada 4 adultos mayores, apenas uno recibe pensión. El resto son personas sostenidas por sus familias o en la indigencia; problema que se va a agravar a medida que la población colombiana envejezca.

Aseguró que el sistema pensional debe ser público y no privado, porque el esquema de ahorro individual sólo le devuelve al trabajador lo que ahorró, y eso le alcanza para  4 o 5 años, más allá se queda sin protección. Es un sistema que sólo le sirve al sector financiero para hacer buenos negocios, como está ocurriendo hoy con los fondos privados de pensiones.

“La propuesta es que estos fondos sean una alternativa para el que quiera tener una pensión mayor y pueda cotizar adicionalmente. Pero debe privilegiarse el régimen de Prima Media, que es que asegura el derecho a una pensión para el trabajador y su familia. Es un sistema montado sobre la solidaridad intergeneracional: los trabajadores activos ayudan a financiar a los ya pensionados, les asegura a éstos la pensión por el resto de sus días, y también a sus sobrevivientes si tienen derecho a ella”, señaló Vásquez.

El problema, agregó, es que el régimen de Prima Media se desfinanció completamente. Tiene sólo dos millones de cotizantes, cuando se necesitan alrededor de 8 millones para garantizar su financiación. Y aparte de eso está el “desangre” de los onerosos regímenes especiales, que sustentan pensiones millonarias a unos pocos privilegiados.

“Se creó un sistema dual público y privado, donde la intención del gobierno y de los empresarios ha sido marchitar el sistema público de Prima Media para fortalecer el de ahorro individual manejado por el sector financiero; un sistema que entre otras cosas ha sido un completo fracaso en Chile y otros países que lo implantaron. En Colombia este sistema individual sólo tiene 40 mil pensionados, 9 mil de ellos por vejez, la mayor parte sobrevivientes, y algunos por invalidez”, puntualizó el analista de la ENS.