Panamá, 2 mar (PL) El gobierno panameño cedió a las presiones de los productores de tomate de la occidental provincia de Chiriquí y pactó hoy la compra emergente de la cosecha a precios razonables, tras varios días continuos de protestas.

El acuerdo lo firmaron el gobernador provincial, Hugo Méndez, autoridades locales del Ministerio de Desarrollo Agropecuario y tres representantes de los agricultores, e incluye el compromiso de pagar a 30 centavos de dólar la libra (454 gramos) del producto de primera calidad.

Esto ocurrió mientras los cosecheros regalaban tomates a los transeúntes en David, capital provincial, como forma sui géneris de censurar la desatención gubernamental ante la crisis creada por una superproducción del rubro que no encontró mercado por las importaciones.

En declaraciones a la prensa, agricultores de la llamada tierras altas aseguraron que su actitud contrastaba con 'la de los importadores millonarios que traen y venden los tomates bien caros en los supermercados. Nosotros, como productores humildes, lo regalamos para no dejarlo perder en la mata', dijeron.

Según uno de los cosecheros firmantes del acuerdo, Eduard Espinoza, lo que más les afecta son las importaciones, pues hasta que no se modifique la ley, tal y como ellos solicitaron a la Autoridad de Seguridad de Alimentos, la introducción de productos extranjeros al país es libre y muy fácil de hacer.

Afirmó que pese a la compra de 6,8 toneladas por el Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA), la cifra resulta insuficiente para la que hay en los campos.

'No vemos que el gobierno implemente medidas que beneficien o protejan al productor nacional, ni que el IMA cumpla con las funciones para lo cual fue creado, al contrario se ha convertido en un competidor, y no en un facilitador de la comercialización del producto nacional', apuntó.

Recordó que mientras el tomate se pierde en los campos, los supermercados los venden a precios muy caros (1,79 dólares por libra), situación que nadie regula porque son los dueños de esas cadenas quienes imponen las tarifas.

El productor chiricano precisó que el costo de producción oscila entre 35 y 40 centavos dólar por libra, mientras que el pago por la cosecha se gasta en los fletes, por tanto, las pérdidas sean millonarias.

Anteriormente hubo similar situación con los arroceros y los cebolleros, que provocaron protestas y cierres de carreteras e importantes arterias de la capital, mientras los manifestantes culparon a los tratados de libre comercio y la desregularización de las importaciones por políticas de libre mercado.

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