{image}http://eldia.co/images/stories/200212/02.jpg{/image}La Superintendencia Financiera acaba de publicar que los resultados monetarios que obtuvieron los bancos y otras instituciones financieras a lo largo del 2011 son bastante considerables, pero su impacto en la economía nacional es mínimo por cuanto se concentran en unos cuantos monopolios bancarios.

Las utilidades del sector bancario pueden resultar cuantiosas, pero están sumamente concentradas en el rendimiento de algunos grupos de carácter monopólico, como el Bancolombia, la organización Sarmiento Angulo con 4 entidades bancarias y en una presencia marginal que no supera el 18% de la banca extranjera.

En la Unión Nacional de Empleados Bancarios entendemos que estas utilidades devienen de un fenómeno concreto: el crecimiento o expansión de la banca colombiana a nivel continental. La adquisición del  Banco de Bogotá sobre Credomatic, en Centroamérica; el crecimiento del grupo Suramericana sobre lo que eran las antiguas posiciones de pensiones y seguros del grupo ING en México, Colombia, Perú, Chile y Uruguay; y el crecimiento de Davivienda sobre lo que era HSBC en Centroamérica, indican claramente que las ganancias en Colombia son tan cuantiosas que están apalancando la expansión de los bancos nacionales en otros territorios del continente.

Ahora bien, el aumento en las utilidades se debe fundamentalmente a la cartera. Esta se está concentrando solamente en dos segmentos: cartera comercial y cartera de consumo. La segunda de ellas, se impulsa por el mercado que hacen a diario los colombianos, pero todo al debe, con tarjeta de plástico, y es ese consumo es el que está sustentando el PIB nacional.

Lo agravante en este asunto es que esas utilidades no son, entonces, un buen indicador, porque las ganancias del sector financiero deberían llenar de regocijo a todos los colombianos, y, en vez de eso, preocupa que el crecimiento de los bancos depende de qué tanto se endeudan los ciudadanos, quienes tarde o temprano llegarán a su límite de endeudamiento.