La clase trabajadora del país se movilizará en un gran Paro distrital y en varias regiones del país contra la reforma tributaria y, en segunda instancia, por la defensa del patrimonio público. A la luz de Bogotá especialmente hay unos procesos de privatización de empresas públicas.


En una rueda de prensa de este martes 25 de octubre, la CUT, organizaciones sindicales, como la Asociación Distrital de Educadores, Sinedian y Sintraelecol, manifestaron su rechazo a esta reforma que beneficia al gran capital.

Francisco Maltés, directivo de la CUT nacional, confirmó que el movimiento sindical continúa apoyando irrestrictamente el proceso de paz que está discutiendo el país. Sin embargo, se opone a medidas privatizadoras que impulsa el Distrito como la venta de la ETB, la venta de activos de la EEB, la afectación a la red pública hospitalaria, concesión de colegios y privatización de jardines infantiles y desaparición de varios centros de salud.

“Significa que en Bogotá habrá menos recursos para educación y sector social. Esto va de la mano con las políticas de privatización del gobierno nacional”, indicó Diego Sánchez Ramírez, directivo de Sintraelecol. Peñalosa pretende vender activos de la empresa de energía, supuestamente para el pueblo, pero  los dueños de las acciones serán los fondos privados.

De alguna forma es un círculo vicioso, los gobernantes aplican la política de privatización en las empresas públicas que traen mayores ganancias al sector oficial, cuyos recursos se invierten en programas sociales. Luego, cuando los dineros que estas proveían escasean, entonces deben subir los impuestos y dirigen esos tributos al pueblo, no a las grandes empresas.

Alberto Vanegas, directivo de la CUT nacional, indicó que la reforma “va a golpear los ingresos y los salarios de toda la población. A su vez, establece impuestos a la gasolina, a las bebidas azucaradas y un monotributo a los pequeños comerciantes, mientras el gobierno nacional determina bajarle los impuestos a la riqueza, a través de reducir el impuesto de renta del 40 a 32%”.

Jimena Ortiz, secretaria General de Sinedian, un grupo de trabajadores que sí sabe de impuestos, expuso la inconveniencia del proyecto del gobierno. “Los trabajadores estamos en pie de lucha frente a la reforma tributaria, es una reforma que no es estructural sino que hace unas simples modificaciones que benefician a las grandes riquezas. Es regresiva para toda la población, para todos los trabajadores colombianos”.

Varios expertos han señalado que la recaudación de impuestos sería suficiente para recoger el dinero que busca la reforma. Sin embargo, los trabajadores de la Dian están pensados para la “criminalización de los evasores”. “No hay coherencia sobre el tope que está imponiendo en esta reforma”, dice Sinedian.

Ortiz añade: “Necesitamos herramientas, necesitamos fortalecer la planta de la Dian. En lo que cobija la administración tributaria está la intención pero para cumplir el tope a todo lo que concibe la reforma necesitamos personal. Esto se ha venido solicitando desde la organización sindical”. No obstante, el gobierno no lo ha hecho. En cambio, apunta a una persecución de la evasión con castigos financieros imposibles de cumplir.

Trabajadores distritales, estatales, de la salud, de la Dian, organizaciones sindicales, populares, sociales se movilizarán en todas las ciudades del país. En Bogotá, lo harán desde tres flancos. A partir de las 5 de la madrugada, en el Centro Administrativo, trabajadores estatales, distritales y del sector salud. La ADE convoca al magisterio a las 9 am en el Ministerio de Educación. La CUT partirá en el Planetario Distrital desde las 10. Todas confluirán en la carrera séptima y de ahí, a la Plaza de Bolívar.