{image}http://eldia.co/images/stories/260112/02.jpg{/image}La publicación de las tarifas bancaria no es suficiente para generar competencia en el sector bancario.

El Superintendente Financiero, Gerardo Hernández, presentó a la opinión pública la publicación de las tarifas del sector bancario como una manera de mostrar que existe competencia entre estas instituciones, porque el cliente podría tomar una decisión a partir de esta información. El decreto 4809 del 20 de diciembre de 2011 del Ministerio de Hacienda refleja esta concepción, en tanto les da libertad para fijar las tarifas de los llamados productos y servicios financieros, a excepción del cobro por retiro en cajero electrónico de otra entidad e internet. Miremos si esto se cumple a nivel micro.  

En primer lugar, los usuarios adquieren el producto bajo unas condiciones y tarifas que cambian con el tiempo. A manera de ejemplo recordemos que algunos bancos no cobraban la consignación o retiro que se hacía en ciudad diferente a la donde se abrió la cuenta, esta se mostraba como un beneficio, actualmente estas transacciones se cobran en todos los Bancos. Esta potestad permitió el cambio de la fórmula aplicada al UPAC y conllevó a la crisis financiera del año 1999. El mencionado decreto avala esta costumbre bajo condición a que el cliente sea informado con 45 días de antelación para que el cliente decida continuar o no con el producto o servicio.

En segundo lugar, una vez recibido el crédito el usuario queda enredado con el Banco. Algunos servicios y beneficios están paqueteados y diseñados para que el banco tenga una atractiva y abusiva ganancia. Hay préstamos que de pagarse anticipadamente ocasionan sanciones económicas que no le permiten al prestador optar por el préstamo más económico en el mercado.
Además, ¿tiene sentido que período a período el prestador emigre de entidad a entidad como resultado de conocer las tarifas del mercado? El trámite y papeles a presentar no permiten que mes a mes el cliente pueda trasladarse a la entidad bancaria de menor costo; la perdida de tiempo y los permisos laborales que conllevaría para la gente de trabajo no hace viable que  el usuario reaccione como pretende mostrarse que debería ser en un mercado competitivo. Además la consulta a centrales de riesgo lo mostraría como cliente endeudado, en algunos casos sin capacidad de endeudamiento, suficiente razón para negar un crédito a criterio del banco.

La migración  de banco a banco, ¿no generaría una lista negra que puede terminar el banco sin cliente y los usuarios sin servicios? La llamada historia crediticia mostraría al ciudadano que ha cambiado de banco buscando economía y los Bancos internamente podrían establecer un indicador de lealtad y negar los servicios, nada los obliga a no hacerlo y no habría forma de controlarlo y demostrarlo.

Los banqueros tienen la Asociación Bancaria que los aglutina y los pone de acuerdo, si las EPS se pusieron de acuerdo a través de correos electrónicos para timar al Estado y negar derechos a los ciudadanos, ¿qué  garantiza que este grupo económico, que en el transcurrir de la historia ha mostrado carencia de humanismo,  no lo esté haciendo y organicen las tarifas de tal manera que  ellos siempre ganen?

Los anteriores elementos le dan a los Bancos una posición dominante sobre los clientes y hace que se requiera una intervención del estado vía regulación que proteja los intereses colectivos, a los particulares de los avaros banqueros.  

Por lo anterior la publicación de tarifas es un sofisma de distracción ante la realidad económica del país, el decreto 4809 del 20 de diciembre de 2011 legaliza la actual ignominia de los bancos.