Anebre, Sintrabancol y la UNEB, desarrollaron la II Conferencia Latinoamericana de Trabajadores Bancarios y del Caribe, con el acompañamiento de delegaciones internacionales de Argentina, Chile, Brasil, Uruguay, Perú, Costa Rica, Panamá y Nicaragua.


Los representantes internacionales y los participantes por Colombia durante los días miércoles, jueves y viernes de la semana pasada analizaron la situación de los sindicatos del sistema financiero para la región Andina, Latinoamérica y el Caribe.

Abdenago Aguilar, presidente de Anebre, expuso una de las principales conclusiones: “La problemática en la región parece ser la misma, con algunos matices. Para los compañeros de Uruguay, de Argentina y de Brasil, las connotaciones frente al modelo económico y de desarrollo, si bien han sido profundizados no han sido en la misma medida que se ha dado en otros países”.

Así mismo, Aguilar se refirió a los tres países con más marcados retrocesos en derechos para los trabajadores. Son aquellos, “donde el modelo económico se ha profundizado con mayor sevicia, como en Colombia, Perú o Chile. En el caso nuestro, porque Colombia viene montada hace más de 20 años montada en un modelo de desarrollo neoliberal expuesto a las dinámicas del mercado, particularmente, en el retroceso de los derechos laborales, en el tema de flexibilización y tercerización”.

Especialmente, porque Perú y Colombia no han tenido experiencia con modelos políticos alternativos; es la derecha la que ha gobernado, con diferentes expresiones, pero siempre imponiendo sus condiciones.

En el marco del evento, el pasado viernes, en el parque Santander en Bogotá, con el acompañamiento de todas las delegaciones, se hizo el lanzamiento de la campaña por el ‘Sí a la Paz’ y el ‘Sí al plebiscito’, que lideran Anebre, Sintrabancol y la Uneb.

El presidente de Anebre hace una acotación: “Nosotros sí queremos la paz, pero no la paz del modelo de Santos, no la paz de las privatizaciones, no la paz que acaba con lo público; sí a la paz que queremos nosotros, que es con justicia social. No la paz de Álvaro Uribe Vélez, ni del narcoparamilitarismo, que es lo que él representa; no la paz de la corrupción de lo que representa el Centro Democrático. Una paz, donde podamos construir el país que nosotros queremos dejarle a nuestros hijos, donde los derechos de los trabajadores y trabajadoras se validan. Una paz sin corrupción”.