{image}http://eldia.co/images/stories/181011/002.jpg{/image}El nuevo derrumbe de las bolsas en estos días, junto con el agravamiento de la crisis griega son síntomas, junto a muchos otros, de que se acerca el peligro de una 2da. recesión dentro de la debacle económica capitalista iniciada en 2007.

Salvar al Euro: Cuando se habla de salvar de la quiebra a Grecia en realidad se habla de salvar a Alemania, Francia y al Euro. El euro es la moneda que representa el dominio del imperialismo alemán y del francés, de su banca y multinacionales sobre la economía europea.

Pero si los países más pobres de Europa no pagan sus deudas, el euro puede desaparecer porque entrarían en quiebra los Bancos de Alemania y Francia, que fueron quienes otorgaron los préstamos. Justamente el rumor de “default” de Grecia fue lo que puso al BNP Paribas en la perspectiva de quiebra.

El salvataje se ha institucionalizado en Europa con la constitución del Fondo De Estabilización Financiera (FEEF), un fondo permanente para salvar banqueros y multinacionales que ya fue ratificado por los parlamentos europeos.

Salvar a Alemania: La quiebra es la expresión del profundo retroceso que sufre la economía y los salvatajes sólo evitan que los Bancos quiebren, pero no pueden lograr que las multinacionales obtengan la tasa de explotación que necesitan para sostener sus ganancias. Al caer el crecimiento de EE.UU, la locomotora de la economía mundial, está arrastrando al resto, en este caso en Alemania el banco Commerzbank revisó ayer a la baja las previsiones de crecimiento del país, del 3,4% al 3%, y el Bundesbank fue más negativo en junio cuando cifró el crecimiento del país en el 3,1% para este año y el 1,8% en 2012.

Los “nuevos” salvadores: El Ministro de Economía de Brasil, Guido Mantenga, anunció que los países del bloque BRIC (Rusia, India, China y Sudáfrica) debatirán la próxima semana una posible ayuda a la Unión Europea, para destinar dinero para la compra de títulos de deuda de países europeos, en coordinación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Los gobiernos de estos países, que cuentan con millones de pobres, pondrán dinero que debería ir a salud, educación, salarios, trabajo y jubilaciones, para salvar a banqueros y países imperialistas. Son los países que más crecieron estos años y donde los índices de superexplotación son atroces. Pero arrastrados por la crisis general sufren una fuerte desaceleración económica, a pesar de lo cual sus gobiernos tienen muy clara la prioridad número: ante todo, salvar al capitalismo.