El reconocimiento que hizo el Ministerio de Hacienda de que con la caída de los precios del petróleo se descuadran las finanzas del gobierno va a resentir de manera fuerte la economía nacional, pero la de los colombianos de a pie, no la de los ricos.


Daniel Libreros, economista de la Universidad Nacional, explicó la gravedad de lo que sucederá y el impacto para el país. Todo inicia porque el barrilestá por debajo de 50 dólares, cuando el gobierno había proyectado una sostenibilidad para este año de 96 dólares por barril. Debido a ello, se han caído los ingresos tributarios del Estado en 15 billones de pesos; que equivalen a 5 años de lo que se destina para la educación pública y es casi el monto de las trasferencias nacionales que están en 20 billones de pesos.

De arranque, el gobierno bajó el financiamiento del Plan Nacional de Desarrollo que tenía proyectado para noviembre del año pasado en 790 billones de pesos, a 709 billones de pesos.

Ante la importancia de la cantidad, lo más seguro es que lo que está diseñando la comisión técnica y tributaria del gobierno para solventar esta situación siga al pie de la letra las recomendaciones de la OCDE, según, lo planteado por el mismo gobierno. Así que toma fuerza la idea de una reforma tributaria basada en subir del 16 al 19% el IVA; además, de aumentar la base gravable de los productos que quedarían con este impuesto.

Tal medida implicaría un castigo tributario muy fuerte para la población, donde los que más tienen no serán los que paguen. Es una política tributaria regresivaque anuncia una crisis a largo plazo, el plan dura cuatro años.

Pero si se miran con lupa los gastos de ese presupuesto, el gobierno central solo va a poner 230 billones; otro monto parecido saldrá del sistema de regalías y las regiones, lo cual significa que también caerán las regalías y se incrementarán los catastros locales. Algo que ya se manifiesta en quejas por el impuesto a la renta en Bogotá y Pereira.

“Estamos en el peor de los mundos porque vamos a tener reformas nacionales con IVA, reformas locales para compensar la caída de regalías y de los ingresos que venían circulando por las regiones”, dice Libreros.

El resto vendrá por alianzas público-privadas, lo cual significa una privatización más fuerte de lo que deberías ser responsabilidad del Estado. Entonces, las sonadas noticias sobre el gobierno en 4G para las carreteras o para las viviendas se harán con capital privado; y, como es de conocimiento público, los fondos privados siempre cobran lo que invierten, sea en peajes o subida de precios. En resumen, el gobierno pretende que la plata que no vendrá del petróleo, la saquen los colombianos de sus bolsillos y son 90 billones de pesos.