Colombia entró a una crisis fiscal como producto de la caída de los precios del petróleo. El panorama financiero y económico está más oscuro que el crudo extraído, básicamente por ausencia de una política económica nacional.


Daniel Libreros, profesor y economista de la Universidad Nacional, hizo un análisis esclarecedor de lo que está sucediendo. El gobierno tenía diseñado el marco fiscal de mediano plazo a diez años con un ingreso petrolero que representa el 20% de los ingresos corrientes fiscales a 96 dólares por barril, y hoy el barril está por debajo de los 66 dólares. Eso significa una caída muy fuerte de los ingresos del Estado.

Por consiguiente, será damnificado el gasto público, en particular las necesidades de la población como educación, salud y otros. También se afectará el sistema de regalías que estaba destinado a ingresos locales, en estructura e inversión para las regiones. Adicionando los 20 mil trabajadores despedidos del sector petrolero, más una previa salida de 10 mil contratistas por parte de Ecopetrol, dan una cifra escandalosa que deriva en desempleo y familias con hambre.

Esto se refleja en el plan de desarrollo propuesto por el presidente Santos para los próximos cuatro años. La propuesta inicial en financiamiento era de 790 billones de pesos a 4 años y lo redujeron a 700 billones, donde una parte se adelantará con alianzas público-privadas, lo cual marca una tendencia de privatización.

La otra estrategia a la que ha recurrido es a endeudamiento público; que tarde o temprano será pagado mediante impuestos. La OCDE, que expresa las intenciones del gran capital, según el mismo Ministerio de Hacienda viene orientando la política económica del país, y ha anunciado una reforma tributaria con aumento del IVA, que equivale a un gran golpe para a la población más pobre, pero con exenciones a los ricos.

“Tendría opción si tuviéramos una salida con un proyecto político que impacte nacionalmente. Este neoliberalismo está en crisis a nivel internacional. Lo que está pasando en Grecia y el triunfo de Siria y el enfrentamiento al gran capital europeo es una prueba de que la gente movilizándose y con proyectos políticos alternativos se pueden conseguir resultados”, dice Libreros.

Volviendo a Colombia los niveles de deuda son preocupantes. Este es el rubro más importante del capital nacional y está en unos 46 billones de pesos de un presupuesto de 206 billones. Para enfrentarlo, es necesario buscar una tributación más justa y equitativa que no castigue a la población sino a los grandes ingresos. Así mismo, pensar un plan de inversiones que le sirvan a la política social. Y el gobierno no piensa hacer nada de ello.