En el actual contexto el gobierno de Colombia y las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia ejército del pueblo -FARC-EP- llevan a cabo el proceso de negociación del cese del conflicto armado "diálogos de paz"

, que recogen ciertas demandas de parte de las FARC-EP al gobierno encabezado por el presidente Juan Manuel Santos, quien ha manifestado que el modelo económico  que desarrolla el país no se verá afectado en abso-luto por estos diálogos que se realizan en la Habana, como se puede evidenciar del siguiente fragmento: ""Tengan la seguridad de que allá, en esas negociaciones, no vamos a negociar nada de lo fundamental", dijo Santos a los empresarios en el discurso de clausura del Encuentro Empresarial de Colombia y Portugal"[1]. 

Es así como en el avance de las negociaciones entre los dos actores antes mencionados, queda la duda sobre cómo se podrían materializar los acuerdos, esto teniendo en cuenta el déficit del PGN para el año 2015 que oscila los 12,5 billones de pesos, y que ha llevado a la implementación de diferentes medidas paliativas, como la postergación del desmonte del gravamen a los flujos financieros -GMF-, también conocido como el 4x1000. Además, debe entrar a considerarse la problemática presupuestal que se avecina debido a las dinámicas de la caída de los precios de las materias primas, que no estaba previsto y que lleva a una revaluación por parte del gobierno para hacerle frente.

Colombia mantiene una política económica de industrialización por sustitución de exportaciones y una materialización de los postulados neoliberales con una avanzada en la privatización de los entes públicos, lo cual lleva a la postración del país a la inversión extranjera, que se posiciona en las necesidades del capital internacional y en la división internacional del trabajo que coloca a Colom-bia como un país exportador de materias primas -entre ellas el petróleo-, que como ante-riormente hemos señalado han reducido su precio debido a la desaceleración económica de gran parte de los centros económicos.

Es en este contexto que se vislumbra una reforma tributaria que gravará al pleno de la población con un probable aumento de la tarifa del IVA, puesto que desde diferentes sectores industriales se manifiesta que el castigo tributario no podría caer a las grandes industrias en tanto se vería afectada y reducida la inversión en el país, lo cual generaría una desaceleración mayor en la economía. En nuestra opinión esta es una vil estrategia de manipulación debido a que el gobierno afirma que todos debemos hacer sacrificios para la Paz, es decir que vamos en camino hacia una reforma tributaria que con la excusa de sustentar los resultados de las negociaciones, prolongaría este sistema tributario regresivo.

Sin embargo, los planes de financiación no se limitan a esta reforma, lo cual se evidencia en que  en la gira del presidente Santos realizada por Europa, el mandatario manifestó la necesidad de un apoyo por parte de la Unión Europea, tanto en términos logísticos como en términos económicos,  apoyo que no será considerado como donaciones, sino que entra a formar parte de la deuda pública, que trae consigo consecuencias graves frente al bienestar social de la población, y a la asignación presupuestal destinada a ello.

Retomando las dinámicas de la caída del precio de las materias primas, debemos tener en cuenta que la planificación económica del país (2014-2015) está fundamentada en el precio del crudo en 95 dólares el barril, lo cual contrasta con el actual valor que oscila entre 75 y 85 dólares el barril; esto trae consigo problemáticas presupuestarias, que pretenden ser paliados con la puesta en escena de la extracción por fractura hidráulica de gas no convencional -Fracking-, que traería una aceleración de los procesos productivos, bajo el argumento de que lo necesario para suplir la baja de precios es aumentar la producción, concordante con la meta de producción del millón de barriles. 

El Fracking es la técnica por medio de la cual se lleva a cabo la fracturación de la roca madre a través de la inyección de un compuesto de agua con otros aditivos químicos a gran presión a lo largo de perforaciones que surgen de una perforación vertical de hasta más de 5.000 metros y de varias horizontales con los objetivos de eficacia y facilidad, en tanto que se facilita la extracción del gas presente en rocas sedimentarias que se ve dificultado por su nivel de permeabilidad.

Debido a la implementación de esta técnica a lo largo del mundo se han abierto diferentes espacios de discusión teniendo en cuenta al carácter experimental de la misma que impide conocer a profundidad el nivel de alcance de las perforaciones y de por sí de esa mezcla entre agua y químicos que se inyecta, en tanto los químicos utilizados -los que son permitidos conocer sin estar cubiertos por el secreto empresarial- son comúnmente reconocidos por causar efectos en la salud de los seres humanos, en tanto se relacionan con enfermedades como el cáncer. Y esto es de gran preocupación debido a la gran facilidad que tiene esta mezcla para llegar tanto a los pozos subterráneos de agua como a otras fuentes, y las consecuencias las evidenciamos en el agua inflamable que sale de las llaves de agua potable. Y no solo se queda en la contaminación del agua, sino que también pro-duce escasez en las fuentes hídricas, que ya no serán para brindar agua potable a la comunidad sino para ser utilizada en esta técnica, y regresar como agua contaminada no consumible.

Es por estos ejemplos de deuda y fracking que observamos como la crisis del sistema económico del país es terminal, en tanto se observan las consecuencias de la industrialización por sustitución de exportaciones que conlleva a una desindustria-lización y una fortísima dependencia a los flujos internacionales, agravado aún más con el crecimiento de la deuda pública, que en el último año crece un 15%  mientras el crecimiento del PGN es menor del 1%, y aún más pasando por alto los derechos humanos, ambientales, económicos y culturales de la población.

Es preocupante como el endeudamiento público se configura como la única forma de financiar el pos conflicto, y como la aceleración de las fuerzas productivas en la explotación de los hidrocarburos por medio del fracking es la única forma de mantener el sistema económico actual, en donde se llega a observar como aparecen las licencias am-bientales exprés como un instrumento para contribuir con estas alternativas, en donde las esperanzas de inversión se abocan a las multinacionales y el apoyo irreductible del gobierno a las políticas neoliberales.

Así es como se evidencia la manipulación por parte del gobierno nacional de las negociaciones de paz como una razón para sustentar la reforma tributaria, la solicitud de nuevo endeudamiento y la implementación del fracking, en tanto son instrumentos para la financiación del posconflicto, pero que en realidad buscan fortalecer los pilares de su plan económico, que parte del aumento de garantías para la inversión económica mientras se deja de lado la protección de los derechos de la población, pues basta recordar como la deuda pública ha sido el mecanismo utilizado por el capital financiero y las Instituciones Financieras Internacionales para imponer sus planes de reajuste que se resumen en recortes en inversión social y aumento de privatizaciones para responder con los compromisos con los acreedores, y se materializa en la reforma tributaria que se acerca y que pone énfasis en el aumento de un impuesto regresivo como el IVA; como el fracking deja de lado todos los riesgos ambientales y sociales que trae consigo bajo el argumento de ser una alternativa a las formas de extracción convencional y su correspon-diente contaminación, pero que a la final llega a generar fuente de contaminación aún más preocupantes en tanto no pueden llegar a determinarse con exactitud, y está siendo legitimada en diferentes Estados por medio de legislaciones a su favor.

Es en este contexto de posconflicto en donde entramos a plantear estrategias para llegar a un modelo democrático, en donde se hace necesaria la realización de una auditoria de la deuda pública en tanto es necesario examinar qué, cómo y de donde nace lo que estamos pagando por "endeudamiento público" debido a la gran destinación que se le asigna en el PGN y que podría ser destinado hacia sectores de inversión social, que es en donde verdaderamente se puede construir la Paz integral que tanto anhela y necesita el país.

Noviembre 2014

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[1] PORTAFOLIO (Abril 17 de 2013)‘Modelo económico no cambiará por diálogo con FARC’ Completa en:http://www.portafolio.co/economia/%25E2%2580%2598modelo-economico-no-cambiara-dialogo-farc%25E2%2580%2599