{image}http://lh3.googleusercontent.com/-GzaZ0wZz3ak/UzyGhmtQQ0I/AAAAAAAAGfg/Out_B-K5Qhs/s500/juan_manuel_santos.jpg{/image}El llamado de Anthoc a los trabajadores de la salud sería a votar masivamente por Santos. La razón, el presidente candidato se hizo una serie de compromisos con las organizaciones sindicales para mejorar el servicio de salud para los usuarios y asegurar la estabilidad laboral.

“Creemos que en este momento, quien se ha hecho un compromiso más cercano con nuestra organización sindical es el candidato presidente Juan Manuel Santos. Con él vamos a estar en esta próxima contienda electoral, confiando en que los compromisos firmados sean cumplidos a cabalidad”, manifestó Héctor Alvis, Presidente de Anthoc nacional.

El gobierno que aspira a reelección asumió como principal compromiso fortalecer la red pública hospitalaria. Teniendo mayor cuidado con los recursos, podría salvar la mayoría de los hospitales que están a punto de liquidarse. El caso especial es del Federico Lleras de Ibagué, el cual ya no sería alquilado.

En cuanto a los trabajadores, como la mayoría de ellos están en provisionalidad o son tercerizados. Santos ha dicho que se acogerá a la ley y que garantizará la estabilidad laboral, mediante un nuevo régimen que pueda asegurar un empleo digno para quienes laboran en los hospitales públicos y privados.

Otro factor en juego es el proceso de paz, que Zuluaga amenazó con finalizar. “A todos los trabajadores del sector, les insistimos que acompañen con su voto la alternativa de la paz con salud; porque una paz sin salud realmente no es paz. La campaña que más se asemeja a nuestras aspiraciones es la de Santos. No solamente los invitamos a ellos como trabajadores sino que lleven a sus esposas, esposos, hijos, vecinos y familiares a que apoyen masivamente esta campaña por la paz y la salud de los colombianos”, Héctor Alvis, Presidente de Anthoc nacional.

La realidad es que con Santos el panorama para la salud sería mejor que aquel que se prevé con Zuluaga. Uribe es un defensor acérrimo de la Ley 100, fue su principal impulsor, y es enemigo de las protestas y negociaciones.