{image}http://lh4.googleusercontent.com/-ymdOByuR1Es/UdcetcmjfTI/AAAAAAAABN0/H5fwwr9lJPE/s800/ade.jpg{/image}A los docentes pensionados por invalidez de la Capital se les ha bajado arbitrariamente el porcentaje de calificación de pérdida de capacidad laboral. Esto no sólo los obligaría a regresar a las aulas sino que les baja la pensión mensual que reciben.

Es un reflejo del pésimo servicio de salud que recibe el magisterio bogotano y el tema es muy grave. Los maestros pensionados por invalidez al 100% están incapacitados para realizar las actividades diarias que requiere la labor docente; incluso, algunos de ellos ni siquiera pueden trasladarse a las instituciones educativas.

Sin embargo, se registran casos de disminución del 100% al 75% para enfermedades crónicas y degenerativas. La entidad prestadora de los servicios médico-asistenciales es la encargada de hacer las evaluaciones. La representante de la ADE ante el Fondo de Prestaciones Sociales del Magisterio, Ana Edith Vaca, calificó esta como “una decisión arbitraria, que ha perjudicado a personas que no tienen posibilidades de mejorar en su salud. Viola el debido proceso y no se les dio una segunda clasificación”.

La ADE interpuso la denuncia correspondiente ante el Fondo, la Secretaría y Medicol UT. Busca que se revisen los casos con base en los antecedentes y se hagan los análisis pertinentes para dar una pronta solución.

“La meta de servicio óptimo es que se cumpla el contrato celebrado entre el Fondo de Prestaciones del magisterio y la prestadora Medicol UT, en citas, medicamentos, cirugías, laboratorios y demás. En Bogotá, la respuesta es negativa. No estamos satisfechos con el servicio. No más planes de choque, se hace por unos días y luego vuelven a dejar las obligaciones. No debe ser necesario que se tenga que hacer un paro a los contratistas, el servicio médico debe ser voluntario y permanente”, agregó Ana Edith Vaca.