{image}http://lh4.googleusercontent.com/-tC3dotf4Kyk/UbtAT_VBdwI/AAAAAAAAAqI/Zk9a-5pm5q4/s800/ley.jpg{/image}Dos convocatorias para el ingreso a nuevo personal a la rama judicial se han caído. Debido a este impasse los cargos ofertados seguirán en interinidad, lo cual pone en peligro la administración de justicia en Colombia.

La primera convocatoria, en la que debía adelantarse, el 4 de mayo el examen para jueces y magistrados fue objeto de una acción de nulidad. El Consejo de Estado consideró que era pertinente la medida cautelar y ordenó la suspensión de las evaluaciones.

La otra prueba se realizaría el 11 de mayo y era para empleados de la rama. Varios empleados regionales interpusieron tutelas, ante lo cual el Consejo Superior de la Judicatura decidió aplazar la realización de los exámenes.  Tanto para la primera como para la segunda hay más de 60 mil interesados inscritos.

Estos aplazamientos y las tutelas se fundamentaron en que los postulantes consideran que se violaba el derecho al acceso a los cargos públicos, en vista de que el Consejo permitió que se optara para un solo cargo, cuando en ocasiones anteriores era posible inscribirse hasta por cinco cargos en el mismo examen.

Los aplazamientos tienen tiempo indefinido. Ahora, el Consejo Superior debe entrar a corregir los errores encontrados, para luego realizar la prueba a través de una convocatoria con las universidades que participaron en el proceso.

Luis Fernando Otálvaro de Asonal Judicial, explicó la gravedad del asunto: “lo fundamental aquí es que la justicia como servicio público debe ser provisto a través de los concursos de méritos. En estos momentos existe una gran cantidad de cargos en interinidad, lo que genera que no haya la independencia suficiente para que realicen un fallo de acuerdo a la autonomía que le da la carrera administrativa a un juez. El perjuicio es grande para el país, pues no existe propiedad en el cargo y un juez puede ser manejable por presiones indebidas de sus superiores”.