{image}http://lh5.googleusercontent.com/-a-4HnE3amu4/UidD4D6d3pI/AAAAAAAACsE/tdNcMs9RXak/s500/cacerolazo.jpg{/image}Las dignidades campesinas realizaron un encuentro con el apoyo de las comunidades y de los sindicatos en todo el país desde las 6:00 pm de este miércoles. Es una forma de presionar al gobierno a que atienda los cuatro puntos principales que se la han expuesto en la mesa de negociación.

Estos puntos son la rebaja de los costos de los insumos para la agricultura; atender el reclamo de abaratar el precio de los combustibles; el establecer una política clara, sincera y franca sobre la condonación de la deuda de los campesinos con los bancos; y, finalmente, la revisión de los tratados de libre comercio.

El eje principal del cacerolazo fue la ciudad de Tunja, dondelos habitantes y los vecinos de los municipios aledaños salieron a respaldar el paro haciendo sonar sus ollas, sartenes y demás. El mensaje es directo que el gobierno cumpla con los acuerdos a los que llegó con el campesinado en septiembre del año pasado. Hasta la fecha, ha cumplido las cosas más pequeñas. Pero su actitud ha sido la de dilatar, saliéndose de las conversaciones o negándose a tratar temas; al parecer, busca desesperar a los dirigentes agrarios.

“El movimiento sindical ha estado muy solidario con los campesinos y les damos nuestro respaldo. Haremos todos los esfuerzos porque la organización campesina que nació con las dignidades agropecuarias de Colombia se fortalezca paradar una batalla contundente. El campesinado está atravesando un momento muy difícil”, indicó Víctor Dávila, directivo de la CUT Boyacá.

En Boyacá, las protestas siguen un curso pacífico sin ocasionar grandes bloqueos a lado y lado de la carretera, aunque la represión por parte de la fuerza pública no se ha hecho esperar.