{image}http://lh5.googleusercontent.com/-BW3IX0_WiK0/U2e_aEXpE5I/AAAAAAAAG5I/cRwt5Injxbg/s800/telecom.jpg{/image}Ex trabajadores de Telecom y sus empresas asociadas se agolparon durante cuatro días de la semana pasada frente al Palacio de Justica en el centro de Bogotá. Exigen que ya que el Estado los ignora, al menos, la justicia escuche sus demandas.

En el año 2003 el ex presidente Álvaro Uribe decidió privatizar todo el sector de las comunicaciones, Adpostal, Inravision y Telecom, con sus asociadas; lo cual ocasionó el despido de cerca de 10.000 trabajadores directos y cerca de 3.000 indirectos. Desde esa época la crisis que está atraviesan las familias es bastante delicada.

La mayoría de esos trabajadores llevaban décadas en la empresa, no tenían otra fuente de recursos, su edad no les daba para un nuevo cargo y no sabían hacer nada más. Por eso, hoy en día son demasiadas las familias que no cuentan con atención en salud, ni recursos para pagar sus servicios o la educación de sus hijos.

Desde hace 10 años, presentaron una serie de demandas ante las jurisdicciones administrativa, ordinaria y constitucional. Demandas que cumplirán 11 años en noviembre de este año sin solución. De ahí que desde el martes a las 12:00 del día, en la 6ª ocasión en el año se concentren frente al Palacio de Justicia.

“Estamos pidiéndole al Consejo de Estado, por ejemplo, que resuelva las demandas interpuestas en el año 2003; estamos pidiéndole a la Sala de Casación de Justicia que falle las demandas extraordinarias de casación que van a cumplir 10 años de haberes interpuesto. Y, especialmente, le estamos pidiendo a la Corte Constitucional que resuelva unas tutelas que llevan 4 años de atraso sin tomarse decisión”, puntualizó Jorge Alberto Jurado, uno de los dirigentes de la protesta.

Ellos le piden solidaridad al resto de los colombianos, acordarse de qué era Telecom para el país y cuidar el patrimonio nacional. Como afirma, Laura Gómez, una de las manifestantes, “somos madres cabeza de familia, algunas en condición de discapacidad, somos gente enferma en condiciones muy difíciles, con infinidad de calamidades domésticas y compañeros en clínicas de reposo. Estamos esperando que se haga justicia, porque en realidad lo que hicieron con nosotros fue un atropello; nos botaron a la calle de la manera más horrible, sin tener ningún tipo de miramiento. Estamos exigiendo que nos cumplan nuestros derechos y nos hagan justicia”.