{image}http://www.eldia.co/images/stories/121010/002.jpg{/image}Desde hace 20 años, aproximadamente la mitad del presupuesto anual colombiano se destina al pago de la deuda, argumento utilizados por los diferentes gobierno para justificar recortes en la salud, educación, seguridad social y otros rubros encaminados a garantizar derechos constitucionales de la población.

Actualmente, la deuda colombiana se destina a cubrir los gastos de defensa de la patria y a cancelar amortizaciones e intereses de viejas deudas contraídas en el pasado, es decir, el gobierno no ha sido capaz de generar los recursos propios para cancelar sus emisiones de bonos o sus pactos contractuales con la banca multilateral.

Algunos sectores del país, son partidarios del no pago de la deuda e invertir dichos recursos en el aparato productivo del país, pero tal situación generaría una perdida de confianza internacional y puede sumirnos en una crisis fuerte, porque el gobierno colombiano no esta en la capacidad de garantizar por si solo el bienestar  social y económico a toda la población.

La solución a la deuda no consiste en pedir moratorias, ni mucho menos crear bancos latinoamericanos para cambiar de acreedores, tampoco consiste en no endeudarse, porque a veces, los gobiernos necesitan recursos  para ejecutar sus planes de inversión, tanto social como económico.

Para evitar el endeudamiento es necesaria la integración política y económica de las naciones, donde los países mas ricos ayuden a los mas pobres, generando políticas que lleven a las economías frágiles a soportar la competencia desaforada generada por el mercado y consolidar un bienestar económico autosostenible.

En Latinoamérica, los esfuerzos de Hugo Chávez, por comprar deuda pública de otros países de la región, vender petróleo más barato a Cuba, Ecuador, incluso a Colombia, son esfuerzos del mandatario venezolano por fortalecer el aparato productivo de otros países del continente para evitar un endeudamiento.

No se puede permitir que cualquier gobierno, en especial el nuestro, sacrifique recursos de salud, educación, inversión social,  para cancelar deuda publica, es necesario priorizar el gasto público  en cubrir los derechos fundamentales, y luego mirar que hacer con los recursos sobrantes.