{image}http://lh6.googleusercontent.com/-qCsEMQxK9mU/U0f_kI_iMAI/AAAAAAAAGpU/XzdMLQ-Xj2U/s400/ejercito_colombiano.jpg{/image}En Córdoba, el ejército nacional continúa con la actitud déspota que derivó en los falsos positivos. Las denuncias de las comunidades por la represión brutal de la fuerza pública en el sur del departamento van en incremento.

Andrés Chica, defensor de los derechos humanos, habló en nombre de los habitantes de la zona rural del sur de un departamento sumido en la pobreza. Reveló que en la vereda La Zorra, en el corregimiento de Tierradentro, municipio Montelíbano, un teniente de apellido Torres lidera un grupo de soldados que se encuentra erradicando coca de forma manual. Como ha encontrado resistencia por parte de las familias, él y sus hombres han amenazado a los campesinos y campesinas con que tiene la orden de asesinarlos si no cooperan.

De hecho, ya ha quemado ropa en las residencias de las familias, diciendo que ellos se lo merecen porque son “raspachines” (las personas dedicadas a raspar las hojas de coca de la planta). Las comunidades cuentan con videos que han grabado con sus propios celulares donde se evidencian los ataques a bala proferidos por miembros del ejército.

En la vereda Jagua, en Puerto Libertador, en una acción contra la erradicación, la policía antinarcóticos ejecutó una explosión sin las medidas de control. Esta produjo una onda expansiva de alto impacto, por fortuna no hubo heridos.

Es necesario aclarar que los campesinos cultivan coca porque no tienen otra salida, el abandono del gobierno en estas zonas de Córdoba es total. “El campesino no cultiva coca porque quiere, sino porque es el único mecanismo de sobrevivencia que tiene en su territorio. Lo único que tenemos allá del gobierno es la bota militar que llega a oprimir, a hacer daño y a cercenar la vida de los campesinos. En vez de proveer seguridad, violenta los derechos de la población”, anota Chica.

Los defensores de derechos humanos hicieron un llamado a la autoridad nacional de derechos humanos para que inste una comisión de verificación. Efectivamente, una comisión se acercó hace pocos días a la zona pero llegó hasta el corregimiento de Juan José, en Puerto Libertador, es decir, no se adentra en la zona rural donde realmente se presentan los problemas.

Hace poco, las comunidades y sus defensores sostuvieron en Tierradentro una reunión con coroneles del ejército. No solo no aceptaron la interlocución de la comisión, sino que el Comandante del Batallón Junín, que opera en los municipios mencionados, se levantó de la mesa para no responder los cuestionamientos de los afectados. El campesinado ha ratificado que continuará en resistencia hasta que el gobierno nacional dé soluciones al pliego de peticiones presentado por ellos el 31 de marzo del año en curso luego de la cumbre agraria.

Detrás de todas estas presiones se esconde un secreto a voces. El gobierno pretende sacar a los campesinos del Nudo del Paramillo y hacer realidad el proyecto de la hidroeléctrica Urrá 2. Otras trasnacionales tienen sus ojos puestos en la zona para explotar los recursos de naturales que abundan en la región, para ello deben acabar con la resistencia que protagoniza el campesinado.