{image}http://lh4.googleusercontent.com/-k5ESCXw-Jp8/UidFUu7Kh3I/AAAAAAAACsg/vEUbmZJCt_k/s500/pistola_gasolina.jpg{/image}El ministro de Minas y Energía, Federico Renjifo, y, luego, el presidente de Ecopetrol, Javier Gutiérrez Pemberthy, anunciaron que bajarle 2.000 pesos al precio de la gasolina perjudicaría a Ecopetrol. La USO no cree que esta afirmación sea tan cierta como ellos aseguraron.

La petición viene desde el paro de trasportadores pero refleja un sentir nacional. El gobierno colombiano se niega a tomar medidas y a aceptar que el precio de los combustibles en Estados Unidos es más bajo que en Colombia.

Héctor Vaca, directivo de la USO, expone que el costo de los combustibles “se volvió una reforma tributaria cabalgante. El gobierno tiene cifrado la esperanza de recaudar, como lo dice el Ministro, 5.7 billones de pesos para el fisco nacional. Así que lo está mostrando como un nuevo impuesto. Al hacer un análisis de la fórmula de los precios, se están tomando valores con referencia al Golfo de México y es como si no se produjera gasolina o ACPM y se importará desde allí”.En otras palabras, con esta declaración el gobierno confirma que la gasolina está cargada de impuestos se asume cercano al 32% del total.

Es de aclarar que en estos momentos, la mayoría de la gasolina que se consume en Colombia se produce en las refinerías nacionales, y aunque buena parte del ACPM se importa, hay un trabajo gracias al cual en menos de 2 años debe haber autoabastecimiento una vez entre en funcionamiento la ampliación de la refinería de Cartagena.

De acuerdo con Héctor Vaca, lo obligatorio es revisar la estructura del precio desde el ingreso al productor; tal como lo están calculando, le inculcan cosas como fletes, inspecciones o el trasporte del Golfo de México al puerto colombiano. Pero bajar el precio no significa solamente tocar el bolsillo del productor, sino reactivar el campo, el trasporte y volver más competitiva la economía nacional, sobre todo, con tantos tratados de libre comercio.

“Desde la USO insistimos en que no se puede descalificar la propuesta de bajarle 2.000 pesos al precio de los combustibles. Debe hacerse un análisis real de cuál debería ser el costo de manera consensuada, entre gobierno, Ecopetrol, productores y consumidores demos un valor real y no inflado cómo ocurre hoy”, finaliza.